Semillas de marihuana autofloreciente

Las semillas de marihuana autofloreciente provienen del cruce de una planta de cánnabis del tipo Cannabis Ruderalis con otras del tipo Indica, Sativa o un híbrido de estas dos últimas.

¿Qué son las semillas autoflorecientes de marihuana?

Las plantas de cánnabis del tipo Cannabis Ruderalis provienen de latitudes del planeta en las cuales el verano es muy corto pero tiene muchas horas de luz durante ese periodo. Es un tipo de planta con muy bajo nivel de THC y también una muy baja producción.

La característica de este tipo de planta es su pronta y automática floración, por lo que en los últimos tiempos se ha aprovechado esta característica para hacer el cruce con plantas de cánnabis de genética sativa e índica para así aumentar el rendimiento tanto en cantidad de THC como para aumentar considerablemente su producción.

Con ello se ha logrado que las semillas autoflorecientes no dependan del fotoperiodo sino que inician la floración tres o cuatro semanas después de germinar. Plantas que se desarrollan más rápido, siendo su ciclo de vida bastante más corto que las cepas que dependen del fotoperiodo.

Las semillas autoflorecientes las podemos cultivar durante todo el año, pero como es lógico es recomendable entre los meses de Marzo y Agosto, ya que los días son más largos y nuestras plantas dispondrán de más luz, siempre y cuando estemos cultivando en exterior, ya que si cultivamos en interior, el fotoperiodo recomendado es de 20 horas de luz. Tanto para interior como para exterior y debido a las características de las semillas autoflorecientes, con un macetero de 10 litros será más que suficiente.

¿Por qué cultivar semillas autoflorecientes?

La verdad es que en las primeras generaciones de semillas autoflorecientes el resultado en bastantes ocasiones era bastante mejorable, pero con el paso de las generaciones eso se ha corregido y ahora los resultados son espectaculares. La posibilidad de cultivar en cualquier fecha del año plantas, que son más rápidas desde su germinación hasta la cosecha, no depender del fotoperiodo, ser más fáciles de ocultar a miradas indiscretas y tener un sabor, y olor de la máxima calidad, son motivos más que suficientes para ampliar tu colección con semillas autoflorecientes de marihuana.

Semillas autoflorecientes exterior

Ya sabemos que las semillas autoflorecientes deben su creación a cruzar cepas de fotoperiodo, con cepas de cannabis ruderalis. Siendo las ruderalis cepas que provienen de zonas del planeta donde el clima es más frío, puede llevar a pensar que las semillas autoflorecientes en exterior tienden a desarrollarse bien, pero no es el caso. Aunque es posible cultivarlas en exterior en pleno invierno, las semillas autoflorecientes no van a desarrollar todo su potencial.

Con temperaturas por debajo de los 10ºC y sobre todo por la poca exposición a la luz del sol que van a tener en invierno, su crecimiento se ralentiza demasiado y la producción suele ser escasa. Si hablamos ya de temperaturas que ronden los 0ºC, incluso puede llegar a producirse la muerte de la planta.

¿Cuál es la mejor época del año para las semillas autoflorecientes en exterior?

Desde finales de marzo hasta principios de otoño sería el tiempo ideal para el cultivo de las semillas autoflorecientes. El motivo es tan simple como que las plantas van a empezar a recibir mucha más horas de luz y las temperaturas son más elevadas. Igualmente que le pasa con el frío, con demasiado calor cuando son muy pequeñitas puede llegar a estresarlas y parar su desarrollo. Es aconsejable si comienzas el cultivo en los meses con temperaturas muy elevadas, al menos cuando son pequeñitas evitar muchas horas de exposición directa a la luz.

Una duda muy extendida, sobre todo en los cultivadores principiantes, es el tamaño de macetero que hay que utilizar con las semillas autoflorecientes. Al ser plantas que su ciclo de vida es mucho más rápido que las de fotoperiodo, su sistema radicular no se desarrolla demasiado, y por lo tanto el tipo de macetero que se utiliza no debe ser demasiado grande.

Al principio, una vez estén germinadas, lo ideal es utilizar un macetero no muy grande, de alrededor 1 litro. Estas macetas más pequeñas te aseguran riegos con menos agua que evitan que el sustrato permanezca demasiado tiempo húmedo.

Un exceso de humedad en las primeras semanas de desarrollo puede retener el perfecto desarrollo de las raíces, provocar cualquier tipo de carencia alimenticia e incluso la proliferación de hongos en la base del tallo y el sistema radicular. Debes de tener en cuenta que cualquier problema de estrés que pueda sufrir al principio de su ciclo de vida, afectará directamente en el resultado final de la cosecha. Son plantas que al ser su ciclo de vida tan corto, un problema de estrés puede llevar al traste el resultado final de la cosecha.

Transcurridos alrededor de 17 días desde la puesta en macetero de un litro, en cuando se debe realizar el trasplante para definitivo para cultivar el ciclo de las plantas. Las puedes cultivar sin problema en tierra madre, y si utilizas maceteros que sean como mínimo de 7 litros y un máximo de 20 litros de capacidad. Recuerda que las cepas de semillas autoflorecientes son delicadas a la hora de realizar su trasplante, así que es recomendable hacerlo con sumo cuidado si no quieres que las plantas se estresen.

Para su fertilización, aunque se puede utilizar cualquier fertilizante base o aditivo que utilizarías en una planta de fotoperiodo, lo ideal es utilizar uno de los nutrientes que ya existen en el mercado desarrollado específicamente para plantas de semillas autoflorecientes.

Ventajas de cultivo de semillas autoflorecientes

  • Evitar problemas hongos: al ser de un ciclo de vida más corto, son ideales para aquellos cultivadores que suelen tener problemas de humedad y sus consiguientes problemas de hongos. De esta manera se puede evitar cultivar evitando las condiciones climatológicas con más humedad.
  • Cosechas rápidas: culminadas en poco más de 2 meses, con flores y producciones de la máxima calidad.
  • Discreción: su morfología y tiempo de vida las hacen ideales para cultivos lejos de miradas indiscretas.
  • Sin problema contaminación lumínica: como no dependen del fotoperiodo, la contaminación lumínica no es problema para las cepas de semillas autoflorecientes. Esto las hace ideales para cultivos urbanitas en jardines, terrazas, balcones…

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